Una investigación realizada por El Humanista durante dos semanas consecutivas en los principales estacionamientos del campus reveló que el 40% de los espacios reservados para personas con discapacidad son ocupados por vehículos sin la credencial correspondiente, principalmente durante las horas pico de 7:00 a 10:00 de la mañana y de 2:00 a 5:00 de la tarde.
Los estacionamientos de las facultades de Filosofía y Letras y Derecho del campus universitario registran los mayores índices de ocupación indebida. En Filosofía y Letras, de los 8 espacios reservados, 6 permanecen ocupados por vehículos sin credencial durante las horas de mayor demanda.
“Es frustrante llegar a mi clase de las 8:00 AM y encontrar que alguien más decidió que mi espacio era conveniente para ellos”, relata un estudiante de quinto semestre de Letras Españolas, quien utiliza silla de ruedas para desplazarse. “No es solo buscar otro lugar, estos espacios están diseñados específicamente para nuestras necesidades de acceso”.
Los estudiantes con discapacidad enfrentan consecuencias que van más allá de la simple inconveniencia: ausencias a clases, pérdida de exámenes e imposibilidad de acceder a servicios universitarios esenciales como bibliotecas, laboratorios y oficinas administrativas.
El problema se intensifica en períodos de alta demanda académica. Durante las primeras semanas del semestre actual, se documentaron casos de estudiantes con discapacidad que tardaron hasta 30 minutos en encontrar un espacio disponible, tiempo que les generó retrasos significativos en sus actividades académicas.
El uso indebido de estos espacios constituye una infracción administrativa sancionable con multas que oscilan entre $1,350 y $1,800 pesos, según establece el Reglamento de Tránsito Municipal vigente. Sin embargo, la aplicación de sanciones resulta inconsistente: en lo que va de 2025, solo se han aplicado 13 multas por esta causa en toda la zona universitaria.
La Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad establece claramente el derecho al acceso universal, convirtiendo cada ocupación indebida en una violación a derechos.
Ante esta problemática, la Dirección de Servicios Generales de la universidad anunció la implementación de medidas correctivas que incluyen el incremento de rondines de vigilancia, instalación de señalética más clara sobre las sanciones, y coordinación directa con las autoridades municipales de tránsito.
El programa contempla la participación voluntaria de estudiantes que actuarían como promotores de la inclusión, organizando actividades de concientización y sirviendo como enlace entre la comunidad estudiantil y las autoridades universitarias.
La problemática documentada requiere la participación activa de toda la comunidad universitaria. Las autoridades hacen un llamado a reportar el uso indebido de espacios reservados y, principalmente, a reflexionar sobre las consecuencias reales de estas acciones en la vida académica de estudiantes con discapacidad.
