Chihuahua, el estado más grande de México, tierra que vio nacer a Juan Gabriel y que recientemente catapultó a Ed Maverick y Kevin Karl a la fama internacional, enfrenta una paradoja complicada. Mientras celebra a sus artistas consagrados, los artistas emergentes luchan día a día por encontrar un camino en la música, una oportunidad para que el público voltee a verlos. Entre presupuestos que no alcanzan, escaso apoyo del gobierno a invertir en espacios adecuados y una sociedad que prefiere consumir contenido de fuera, la cultura chihuahuense sobrevive más por terquedad que por apoyo real.

Para comenzar a abordar el problema de difusión y apoyo a la cultura que padece la ciudad de Chihuahua, primero es importante definir a qué se refiere la cultura, que, como lo indica la Real Academia Española de la Lengua, se trata del “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etcétera”.

El fenómeno del abandono cultural tiene sus primeros antecedentes desde los años setenta, esto según la información recabada por Raíchali, siendo este uno de los principales problemas que han perdurado a lo largo de las décadas y que sigue provocando conmoción a nivel nacional: los desplazamientos forzados en la Sierra de Chihuahua. Pero, aunque lo anterior es considerado una problemática grave en el ámbito artístico, debido a que esta serie de movimientos humanos trae como consecuencia un olvido de las raíces, debe definirse, con mayor certeza, como una crisis humanitaria y de seguridad.

Aunque estos fenómenos influyen de manera preocupante en este ámbito, es relevante resaltar las acciones gubernamentales. En el 2018, las autoridades culturales de Ciudad Juárez eliminaron el departamento de Vinculación y Desarrollo de Empresas Culturales e Industrias Creativas, que prometía colocar a la entidad como pionera de políticas para el desarrollo de industrias culturales y artísticas. En una carta redactada por artistas locales como Hernán Gutiérrez Márquez, Raúl Enríquez Hernández, Gustavo Márquez Rodríguez y Guadalupe Blanco Trejo, entre muchos otros, para María Concepción Landa, quien se desempeñaba como la Secretaría de Cultura de Chihuahua, podía leerse:

“Hoy, la Secretaría de Cultura es ajena al sentir artístico de los chihuahuenses. En ella, solo hemos encontrado excusas, pretextos y el desinterés en general hacia la comunidad artística. Condenamos esta falta de atención hacia nosotros y exigimos la solución inmediata por parte de las autoridades de la dependencia y del gobierno del estado de Chihuahua”.

Aunque existieron propuestas para incentivar la actividad cultural del entonces gobernador del estado, Javier Corral Jurado, su acción en el ámbito fue nula, lo que a su vez provocó caos en la comunidad artística local.

En el 2021, y con el cambio de régimen gubernamental, María Eugenia Campos Galván, quien había pasado a tomar el cargo, contemplaba como una acción de su gobierno el integrar a la Secretaría de Cultura con la de Educación y Deporte, es decir, hacer desaparecer dicha dependencia. Tal idea fue profundamente criticada y provocó manifestaciones en Chihuahua Capital y Ciudad Juárez, además de un documento con la firma de 300 líderes culturales que se oponían a la propuesta. Aunque, finalmente, la mandataria dio marcha atrás a la reforma, esto generó una profunda crítica al desinterés gubernamental hacia el desarrollo e impulso de artistas en la localidad.

A partir de este diagnóstico, se plantea que si existiera un mayor y más efectivo apoyo gubernamental, acompañado de una difusión mediática consistente y la creación de espacios culturales accesibles y permanentes para los artistas independientes, la cultura y la música en Chihuahua experimentarían un crecimiento notable y sostenido. Esta transformación permitiría que amplios sectores de la población conocieran y valoraran el talento local, se consolidaría una comunidad artística sólida con redes de colaboración y apoyo mutuo, y se garantizaría la preservación y transmisión del patrimonio cultural musical para las futuras generaciones, creando así un ecosistema cultural vibrante y autosustentable.

Desde el 2021, el gobierno del estado de Chihuahua ha implementado incentivos para la producción cultural y la participación en eventos con estos fines; también es claro el poco apoyo estatal en el impulso de artistas emergentes, lo que ha evolucionado en una problemática aún más grave en la que estos creadores deben buscar la autogestión, además de empleos en otras áreas para subsistir. Por lo tanto, el panorama cultural ha decaído inevitablemente.

A pesar de contar con programas gubernamentales de apoyo cultural, la estructura actual de financiamiento y los limitados espacios de difusión en Chihuahua no son suficientes ni accesibles para sostener y promover de manera efectiva a los artistas independientes locales. Esto lo afirman diversos artistas de Chihuahua que fueron entrevistados para verificar esta falta de apoyo, como es el caso de Mampe Urías, bajista independiente de la ciudad, estudiado en conservatorio, con una trayectoria de músico desde los 18 años, que comenta: “Funciona como una cadena de personas: amigos de amigos, hablar directamente con gerentes de bares o cafeterías. Incluso he salido a repartir tarjetas”. Esto solo muestra que hay una desconexión entre el talento musical emergente y las oportunidades reales de desarrollo profesional, perpetuando un ciclo donde el talento existe, pero permanece invisible tanto para las instituciones como para la sociedad. También comenta que “hay mucho talento aquí en Chihuahua y no se le da un reconocimiento como debería de; algunos puestos de gobierno se van más por lo histórico”, dando a entender que no se le pone una atención a la Secretaría de Cultura y que se prefieren otras áreas como historia y deporte, pero realmente el gasto para otra cancha u otra estatua en el centro de “x” personaje histórico es meramente innecesario cuando el talento en la capital abunda en cafeterías, restaurantes, toquines hechos y financiados por los mismos artistas donde no hay una bonificación eficiente por su trabajo, creando un porcentaje alto de desempleo para los músicos.

En 2022, el gobierno del estado de Chihuahua lanzó un comunicado sobre “Eka” el Programa de Estímulos Fiscales para la Cultura y las Artes, donde apoyan 46 proyectos destinados a diversas áreas de la cultura: Artes Visuales, Arte Interdisciplinario, Música, Literatura, Artes Escénicas, Cinematografía, Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural e Infraestructura Cultural. Con una cantidad de 28 millones de pesos que se dio a conocer hasta el siguiente año, donde también hacen la invitación al público de ser parte de este proyecto. Cabe resaltar que estos subsidios NO fueron de gobierno directamente, sino por aportaciones de empresarios chihuahuenses a través de la redirección de su Impuesto Sobre Nóminas.

Como se mencionó anteriormente, para este reportaje se entrevistaron a músicos locales de la ciudad, esto con el fin de que se evidencie la verdad acerca del escaso apoyo que se otorga hacia el talento local. Entre estas entrevistas, contamos con la participación de Leopoldo “Polo” Bustamante, secretario general del Sindicato de Músicos de Chihuahua. “Polo” Bustamante ha estado desde el 87’ como líder de la selección sindical; con una carrera musical de casi 47 años de músico ininterrumpido, ha tenido participación en elecciones anuales por cargos como secretario general, tesorero y revisor de actas.

Desde el 2014, es secretario general del Sindicato de Músicos de Chihuahua y, recientemente, delegado estatal y secretario suplente de acción política en el Comité Ejecutivo Nacional en la Ciudad de México. En estos 11 años, el Sindicato ha apoyado a agrupaciones del género —principalmente norteño— locales, aportaciones económicas y difusión en medios, en donde cada peso que se ha invertido a los distintos grupos que han financiado ha sido de su mismo sudor, ya que comenta Bustamante: “En realidad no apoya el gobierno”; a pesar de que se han metido solicitudes para recibir algún apoyo, estas no son considerables comparándolas con el apoyo que brinda el gobierno a otras áreas, obligándolos a trabajar doble para poder solventar gastos y difusión hacia la comunidad chihuahuense.

• “¿Sí han metido solicitudes?”

• “Sí, hemos hecho peticiones y apoyos y todo ese movimiento y, pues, nomás, hay una que otra, sí, pero muy pequeña, ¿me entiende? Haz de cuenta que en cantidad, muy poca. En realidad no apoya el gobierno”.

Esto provoca un doble trabajo para el sindicato, ya que tienen que saldar a las agrupaciones y hacerse difusión en medios locales y redes sociales. “Ahorita estaba viendo una nota en el Heraldo de Chihuahua. Primera vez en 11 años. En 11.” Comenta, siendo así una clara prueba de la importancia que los medios locales le dan al talento chihuahuense.

Por su parte, han creado un programa de televisión llamado Puros Chihuahua TV, que se encuentra en la plataforma de YouTube, donde se hace difusión a las agrupaciones locales, como lo son: Conjunto Sin Freno, Valagardos, Los Salvajes de Chihuahua entre otros. Al igual que el segundo año consecutivo de los Premios Musicales Chihuahua 2025, donde más de 60 artistas, tanto grupos sierreños, solistas, grupos norteños, grupos versátiles, etc. Compitieron con distintos elementos musicales: Grupo Sierreño 2025, Grupo Norteño 2025, Grupo con Gran Trayectoria, Grupo Versátil, Orquesta Ranchera 2025, Mejor Vocalista Femenina y Masculino 2025 y Mejor Tema Musical. Los nominados se reunieron el 19 de noviembre del presente año en el salón de eventos Club de Leones para premiar a los ganadores de cada categoría y de paso dar difusión por medio de una pequeña nota en El Heraldo de Chihuahua, donde mencionan a “La 5ta Imperial” como ganadores de la categoría Grupo Revelación.

Pero no solo la falta de recursos y difusión son las únicas problemáticas que se tienen en la industria musical; tanto Bustamante como Mampe destacan que la falta de espacios correspondidos a eventos musicales genera un desempleo en la industria, al igual que traer artistas de nivel nacional o internacional.

“Traemos la intención, no nomás de difundir lo que es el talento chihuahuense, por medio de grupos, sino hacer y formar músicos también, hacer academias de enseñanza que también son impartidas por los mismos músicos. Es lo que nos daría empleo también para el músico”

Las entrevistas, los datos obtenidos y las experiencias compartidas por músicos y representantes del sindicato confirman la hipótesis planteada al inicio: el apoyo del gobierno hacia la cultura y el talento local en Chihuahua es insuficiente, desigual y, en muchos casos, simbólico. Mientras los artistas independientes solicitan recursos mínimos para crear, grabar o promover su trabajo, las respuestas que reciben son escasas, tardías o prácticamente inexistentes. En contraste, el gobierno municipal destina cantidades considerables para la contratación de artistas de talla nacional e internacional en eventos oficiales, dejando a las agrupaciones locales fuera de los escenarios financiados con recursos públicos.

Esta disparidad no solo limita el desarrollo profesional de los músicos chihuahuenses, sino que también debilita la identidad cultural del estado, que pierde la oportunidad de proyectar su propio talento y fortalecer su escena artística. Lo que queda claro es que la cultura local se sostiene, en gran medida, por el esfuerzo individual de sus creadores y no por una política pública sólida. El reto, ahora, es que las instituciones reconozcan que la cultura no se construye únicamente con espectáculos masivos, sino con el respaldo constante a quienes representan la esencia artística de Chihuahua. Solo así será posible transformar la narrativa dominante y abrir un espacio real para el talento que nació aquí.