Categoría: Filosofía

Por: ROSANIO BRAVO DIAZ / Fecha: noviembre 20, 2025

Los padres de la iglesia emplearon la filosofía griega para defender el cristianismo de sus adversarios; para investigar, formular y sistematizar definitivamente las doctrinas cristianas.

FILOSOFÍA CRISTIANA PATRÍSTICA

La filosofía cristiana es la filosofía de los seguidores de Jesús de Nazareth, dado que cristiano significa seguidor de Jesús; y filosofía patrística es la filosofía de los padres de la iglesia cristiana. Las fuentes de la filosofía patrística cristiana fueron el estoicismo, el platonismo ecléctico popular y especialmente el neoplatonismo. La filosofía cristiana, la cual nació de la religión cristiana, empleó como instrumento la filosofía griega para llevar al hombre a la comprensión de la verdad revelada por Cristo, de manera que pudiera verdaderamente realizar el significado auténtico de ella. En primer lugar, se dirigió a esclarecer la verdad revelada que ya era conocida desde el principio y, en segundo lugar, a esclarecerla en el ámbito de una responsabilidad colectiva, en la cual cada individuo halla una guía y un límite.

La filosofía cristiana aun cuando emplea la filosofía griega difiere de ella, en el sentido de que, la filosofía griega es una investigación autónoma que debe dirigirse en primer lugar a fijar los términos y el significado de su problema; pero, a la filosofía cristiana ya le han sido dados los términos y la naturaleza del problema. Aun así, no disminuye el significado vital de la filosofía cristiana, dado que, el mensaje cristiano, en la inmutabilidad de su significado fundamental, ha renovado y conservado, a lo largo de los siglos, la fuerza y la eficacia de su magisterio espiritual, solamente a través de la investigación filosófica. El período de los padres de la iglesia se puede dividir en tres partes; cada una de ellas tiene una característica diferente. La primera, que llega hasta el año 200, se caracteriza por estar dedicada a la defensa del cristianismo contra sus adversarios paganos y gnósticos; la segunda, que va desde el 200 hasta el 450, por estar dedicada a la formulación doctrinal de las creencias cristianas, y la última, que va desde el 450 hasta el fin de la patrística, por la reelaboración y sistematización de las doctrinas ya formuladas.

I.- Los padres apologistas

Los padres apologistas emplearon la filosofía griega en sus escritos para defender al cristianismo de sus adversarios.

La filosofía patrística empezó con los Padres Apologistas en el siglo II. Ellos emplearon la filosofía para escribir en defensa del cristianismo contra los ataques y persecuciones que se les hacían; defendieron la doctrina cristiana contra los mismos filósofos grecorromanos y contra los pensadores gnósticos, que provenían de una mezcla de la filosofía helenística y doctrinas asiáticas, como el maniqueísmo. También, en algunos casos, emplearon la filosofía para mostrar a las autoridades imperiales que el cristianismo tenía derecho a la existencia. El primer ejemplo de un escrito apologista a una autoridad romana es la defensa presentada por Cuadrato al emperador Adriano hacia el año 124, con ocasión de una persecución de cristianos; y, el segundo, es la apología del filósofo Marciano Arístides, dirigida al emperador Antonino Pío (138-161). En el segundo escrito apologista, Arístides afirma ya explícitamente el principio de que sólo el cristianismo es la verdadera filosofía. Es así, porque según él, solamente los cristianos tienen el concepto de Dios que se deriva necesariamente de la consideración de la naturaleza. Para demostrar su afirmación emplea conceptos platónicos. Así, él demuestra la existencia afirmando que el orden del mundo, tal como aparece en los cielos y en la tierra, hace pensar que todo se mueve por necesidad y que Dios es el que lo mueve y lo gobierna todo.

  1. La filosofía patrística en los siglos III Y IV

En estos siglos, los padres de la iglesia emplearon cada vez más la filosofía, ya no tanto con fines polémicos, como la emplearon los padres apologistas, sino, para constituir la doctrina de la iglesia como un organismo único y coherente, fundado sobre una sólida base lógica. En ese tiempo, el cristianismo sostuvo que él era la filosofía auténtica, la cual se caracteriza por absorber y llevar a la verdad el saber antiguo, del cual puede y debe servirse para obtener los elementos y motivos de su propia justificación. Por tanto, las doctrinas fundamentales del cristianismo fueron sistematizadas definitivamente. La construcción de todo su edificio doctrinal se realizó en el período que va desde el año 200 al 450.

Cuando la iglesia perdió la expectación del retorno inminente de Cristo, la investigación doctrinal se convirtió en su primera y fundamental exigencia; es la que debía garantizar su unidad y solidez en la historia. La investigación fue en primer lugar impulsada por la escuela catequética de Alejandría, cuando, en 180, llegó a presidirla Panteno. Él, le dio el carácter de una academia cristiana, dado que, en ella, toda la sabiduría griega era utilizada para los fines apologéticos del cristianismo. La escuela alcanzó su clímax con Clemente y Orígenes; pero, fue suplantada por la escuela que Orígenes abrió, en Cesárea, en 233, porque ella se convirtió en la sede de una gran biblioteca que fue la más rica de toda la antigüedad cristiana.

III. La última patrística.

Esta última fase de la patrística cristiana se caracteriza por su decadencia; a partir de mediados del siglo V perdió toda su vitalidad especulativa, tanto en oriente como en occidente. En Oriente perdió todo valor filosófico, dado que su actividad que sobrevivió únicamente consistía en las disputas teológicas, que pasaron cada vez más al servicio de la política eclesiástica. En Occidente, el poder de creación ha disminuido y la actividad erudita que persiste, a causa de haber renunciado a toda investigación original, se reduce a la compilación de extractos y comentarios.

En Occidente, todavía les quedaba un residuo de laicos que tenían interés por las siete artes liberales, las cuales estaban constituidas por el trivio (gramática, retórica, dialéctica) y el cuadrivio (aritmética, geometría, astronomía, música). Este interés fue manifestado por unos libros que se escribieron en aquel tiempo, los cuales compendiaban en la forma más genérica la sabiduría de la antigüedad. Aquellos libros fueron la Historia Natural de Plinio el Viejo, el De officiis de Cicerón, la Farsalia de Lucano y la Consolación de la filosofía de Boecio. A causa del contenido de aquellos libros se salvó la tradición humanística propia de la latinidad que condujo al florecimiento del siglo XII.

Bibliografía

  • Historia de la filosofía, volumen I. Nicolás Abbagnano. Traducción de Juan Estelrich y J. Pérez Ballestar. Hora, S.A. Barcelona.
  • Historia de la filosofía, tomo II. Frederick Copleston. Editorial Ariel, S.A., Barcelona.
  • Historia de la filosofía medieval. Mauricio Beuchot. Fondo de Cultura Económica.
  • Diccionario expositivo. De palabras del Antiguo y Nuevo Testamento exhaustivo. W.E. Vine. Editorial Caribe.