EL PUNTO DE VISTA DE TERTULIANO SOBRE LA FILOSOFÍA

El nombre completo de aquel padre de la iglesia fue Quinto Septimio Florencio Tertuliano; nació hacia el año 160 en Cartago, fue hijo de padres paganos, fue educado como jurista y probablemente ejerció en Roma la profesión de abogado; se convirtió al cristianismo entre 193 y 197 y recibió la ordenación sacerdotal; desarrolló una actividad intensa para defender su fe cristiana. A la mitad de su vida se pasó a la secta montanista y empezó a polemizar contra la Iglesia católica; pero, finalmente, fundó una secta propia: los tertulianistas.

I.- Estableció una antítesis entre la sabiduría cristiana y la filosofía

Griega

Tertuliano, en sus obras, de manera clara y explícita condenó la filosofía. Se expresó en términos despectivos de los filósofos griegos. Sostuvo que hay grandes diferencias entre el cristianismo y la filosofía. La tradición eclesiástica es el fundamento de la verdad de la religión cristiana; pero, de la filosofía, solo nacen las herejías. Sostuvo que no hay nada en común entre el cristiano y el filósofo y entre el discípulo de Grecia, amigo del error, y el discípulo del cielo, enemigo del error y amigo de la verdad; y que la sabiduría de Sócrates representa poco, dado que, por medio de ella, no se puede conocer realmente a Dios —sino solo por Cristo— ni a Cristo- a quien solo se puede conocer por el Espíritu Santo. Para colmo, Sócrates confesó que se dejó guiar por un demonio. Demostró la falsedad de las palabras de Platón de que era difícil encontrar al Hacedor y Padre del Universo, por el hecho de que aun el más sencillo de los cristianos le ha encontrado ya; y de que los filósofos griegos son los patriarcas de los herejes y la raíz de todas las herejías, dado que Valentino, el gnóstico, era discípulo de Platón; Marción, de los estoicos, y que los filósofos, por su parte, plagiaron ideas del Antiguo Testamento, y luego las deformaron y mintieron al pretender que eran suyas. Los herejes que niegan la inmortalidad del alma apelan a los epicúreos; para negar la resurrección de la carne, al acuerdo unánime de los filósofos; para hablar de un Dios-fuego, recurren a Heráclito. Lo más inútil de toda la filosofía griega es la dialéctica del desgraciado Aristóteles, que sirve igualmente para edificar como para destruir y que se adapta a todas las opiniones.

Al interpretar Tertuliano que cuando Cristo dijo “buscad y hallaréis”, se refirió a buscar y hallar sus doctrinas, sostuvo que los cristianos no necesitan la filosofía para investigar, porque ya no necesitan investigar ni hallar. Es necesario buscar la doctrina de Cristo mientras no se crea en ella; la búsqueda para encontrarla y hallarla para creer concluye con la fe. En vista de que los cristianos ya poseen la doctrina de Cristo, por la fe, ya no necesitan la investigación para tenerla, porque la investigación excluye la posesión y la posesión excluye la investigación.

1. Desarrolló doctrinas filosóficas

Aun cuando Tertuliano enfatizó que entre el cristianismo y la filosofía no hay nada en común, y que el cristianismo no necesita la filosofía para investigar, fue influenciado por la filosofía griega, especialmente por la filosofía de los estoicos. De los estoicos adoptó su concepto de que todas las cosas, dentro de las cuales se incluye Dios, son corpóreas. Él afirmó que todo lo que existe es una existencia corpórea sui generis; y que a nada falta existencia corpórea, excepto a lo que es no existente»; porque nadie negará que Dios es un cuerpo, aunque “Dios es un espíritu; porque el espíritu tiene una sustancia corpórea, de su propia clase, de su propia forma. Cabe aclarar que las afirmaciones de Tertuliano de que Dios tiene existencia corpórea han sido interpretadas de dos maneras. Muchos escritores han entendido que Tertuliano, a través de estas afirmaciones, indica que mantenía una doctrina materialista y sostenía que Dios era realmente un ser material, del mismo modo como los estoicos consideraban que Dios es un ser material; pero otros han sugerido que Tertuliano entiende por cuerpo simplemente «sustancia», y que cuando atribuye materialidad a Dios, simplemente piensa atribuirle sustancialidad; es decir, que Dios es una sustancia espiritual.

Del estoicismo también adoptó su concepto de que el alma es una realidad corporal. El argumento que empleó para demostrar que el alma es una sustancia corpórea es el hecho de que ella puede sufrir. También, parece estar enseñando una doctrina claramente materialista cuando afirma que el alma del niño deriva de la simiente del padre como una especie de renuevo.

Tertuliano explícitamente relacionó su doctrina del logos con los estoicos, dado que después de afirmar que Dios creó todo el mundo con la palabra, con la sabiduría y con la potencia, les dice a los estoicos que también sus sabios llaman Logos, es decir, palabra y sabiduría, al artífice del universo; y que Zenón le llama autor del orden que dispuso todas las cosas. Finalmente, sostiene la relación de su doctrina del logos con los estoicos, al decir, que Cleantes lo reduce a un espíritu y afirma que penetra el universo; y que ellos, los cristianos, a la Palabra, a la Sabiduría y a la Potencia por la cual Dios creó todas las cosas, le atribuían como sustancia propia el espíritu, en el cual existe la Palabra para mandar, la Razón para disponer, la Potencia para realizar.

Bibliografía

• Historia de la filosofía tomo II, Frederick Copleston, Editorial Ariel, S.A., Barcelona.

• Historia de la filosofía volumen I, Nicolás Abbagnano, Traducción de Juan Estelrich Y J. Pérez Ballestar, Hora, S.A., Barcelona.

• Diccionario de filosofía, Tomo II, José Ferrater Mora, Editorial Sudamericana, Buenos Aires