Categoría: Historia

Por: RAYZA NATALYA PEREZ VILLARREAL / Fecha: octubre 13, 2025

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Los Congresos Continentales y Bunker Hill marcaron el paso de la protesta política a la guerra por la independencia en 1775.

En 1774 y 1775, las colonias británicas en América dieron un paso decisivo hacia la independencia. El Primer y Segundo Congreso Continental, reunidos en Filadelfia, fueron los foros que transformaron el descontento colonial en organización política, económica y militar. Según Henretta y Brody (2009), en America: A Concise History, estos congresos fueron fundamentales para la unidad intercolonial, primero con medidas como el boicot económico, y después con la creación del Ejército Continental.

El Primer Congreso Continental expresó, a través de la Declaración de Derechos y Quejas, la oposición al dominio británico y al conjunto de leyes coercitivas impuestas por el Parlamento. Aunque aún no se hablaba abiertamente de independencia, los representantes coloniales mostraban una voluntad clara de resistencia organizada.

Sin embargo, con el estallido de las batallas de Lexington y Concord en abril de 1775, la situación cambió. El Segundo Congreso Continental, reunido semanas después, asumió el mando político y militar, nombrando a George Washington como comandante en jefe del nuevo Ejército Continental y sentando las bases para una ruptura definitiva con la metrópoli.

La transición de la resistencia política al conflicto armado se materializó dramáticamente en la Batalla de Bunker Hill, en junio de 1775. Aunque técnicamente una victoria británica, la batalla demostró que los colonos estaban dispuestos a enfrentar al poderoso ejército británico. El testimonio de Peter Thacher, citado en los registros del Congreso y difundido entre los patriotas, revela errores tácticos, como la confusión en la elección del terreno (Breed’s Hill en lugar de Bunker Hill) y demoras en la fortificación. Aun así, resalta la ferocidad de la defensa rebelde y el alto costo humano para las fuerzas británicas.

Según Henretta y Brody (2009), la recepción de este tipo de relatos fortaleció la moral patriota, convirtiendo a la batalla en símbolo de resistencia. Las pérdidas británicas demostraron que el conflicto no sería fácil ni rápido, y ayudaron a convencer a muchos colonos de que la independencia era un objetivo posible y necesario.

Los congresos continentales y la Batalla de Bunker Hill representan así el umbral entre el discurso y la acción. Fueron los momentos en que la protesta se convirtió en revolución y en los que se empezaron a construir los cimientos institucionales de una nueva nación.

Henretta, J. A., & Brody, D. (2009). America: A concise history (4ª ed.). Bedford/St. Martin’s.