Cuerpos, lenguaje y performatividad en el fútbol femenil.
Introducción
El cuerpo como vehículo y lenguaje realiza actos concretos y manifiestos en la sociedad; bajo el contexto de la obra de Judith Butler, argumentaremos que “el lenguaje constituye a los sujetos dado que predomina su performatividad”, por lo cual utilizaremos al mundial de futbol femenil sub 17 y su carga simbólico-cultural para guiar nuestras reflexiones. Una de las contribuciones más destacadas del trabajo de Butler es su teoría de la performatividad de género y de la sexualidad, ya que en sus obras su planteamiento central gira sobre la formación de la identidad y la subjetividad, trazando el proceso por el cual nos convertimos en sujetos cuando asumimos el género.
Los escritos de Butler representan de hecho la oportunidad para contrastar nuestros prejuicios sobre la sexualidad, el sexo, el género y nos invitan a reflexionar de manera crítica sobre la identidad de lo corpóreo y sus manifestaciones performativas como lenguaje o medio de expresión; es por eso que, para hacer una analogía crítica, el presente artículo toma como referencia el futbol femenil y, desde la mirada de la filósofa Judith Butler, se puede desarrollar la tesis de que el lenguaje se convierte en un instrumento que permite modelar a los sujetos, tomando los actos performativos como el medio de expresión.
Pero ¿son los actos performativos un medio de comunicación que explica la realidad o una bandera de reivindicaciones políticas? ¿Es el cuerpo un lenguaje en sí o solo un territorio con expresión propia? ¿Tienen los mismos significados los actos del habla que los actos del cuerpo y su teatralidad? ¿Somos los sujetos objetos con posibilidades de transformación performativa a través de los actos constitutivos? ¿Por qué el género y el sexo son diferentes manifestaciones corpóreas que dicen cosas? Estas y otras interrogantes trataremos de clarificar en el presente artículo, que para su lectura amena se divide en dos partes.
Primera parte: Cuerpos, lenguaje y performatividad en fútbol femenil.
Para elaborar su discurso sobre Lenguaje y acto performativo, Judith Butler recurre a la idea principal de Austin (1955) sobre la posibilidad de que las palabras hagan cosas, es decir, la fuerza motriz de las palabras que permite en la teoría del lenguaje y en la filosofía política una definición sobre performance o condición y acción performativa que Austin (1955) le precede de la siguiente manera: “Propongo denominarla oración realizativa o expresión realizativa o, para abreviar, un realizativo”. Y así ya en el terreno del lenguaje, el cuerpo se convierte en un territorio comunicante que permite que un acto locutivo individual se convierta en un acto ilocutivo y perlocutivo que tiene a lo público como escenario y espacio de diálogo. Austin (1955). Por otro lado, se sostiene la argumentación de Butler en torno al principio performativo del lenguaje, ya que en su ensayo Actos performativos y constitución del género (1988), sugiere que el género es performativo, lo cual trató en sus obras posteriores, tomando la noción de performatividad del ensayo de John Austin, Cómo hacer cosas con palabras. Sostiene que el género se percibe mejor como performativo, por lo que tiene una audiencia social, y afirma que el guion de la interpretación de género es transmitido sin esfuerzo de generación en generación en forma de significados socialmente establecidos, es decir, se transmite aquello que es socialmente aceptable a través de las generaciones.
El mundial de futbol femenil sub-17 que se celebró en noviembre de 2025 en Marruecos y que atrajo los reflectores por la participación destacada de la selección mexicana bien puede ser un pretexto para desarrollar nuestra hipótesis y comenzar a dar los argumentos pertinentes y así contribuir a los aportes que hace Butler a la filosofía del lenguaje a través de la filosofía política, ya que “desde la fenomenología de los actos es posible explicar cómo los agentes sociales por medio del lenguaje construyen una realidad social a través de signos simbólicos convencionales” Butler (1998). Como consecuencia de lo anterior y sobre todo tomando como referencia a Simone de Beauvoir, sostiene Butler que, desde la mirada fenomenológica, la mujer no nace siendo mujer, sino que se hace a través de los actos constitutivos que imponen la condición del género como una “identidad débilmente constituida en el tiempo… y la repetición estilizada de los actos de un yo generizado permanentemente” Butler (1998).
Una instancia de lo anterior es la manera como el fútbol, que va más allá de un deporte, se convirtió en un soporte cultural del patriarcado; sin embargo, en los últimos años ha roto el paradigma de ser un espectáculo-deporte eminentemente de hombres para dar lugar a una práctica que las mujeres realizan con la mayor naturalidad y profesionalismo, pero, ¿podríamos decir que el fútbol se ha convertido en un acto de travestismo a la inversa que denota igualdad radical, en términos de Butler? O solo ejemplifica la potencia de la inestabilidad del género que permite modificaciones e interpretaciones a través de una revisión de lo simbólico de los actos performativos que desafían el contenido cultural de la naturalidad de los actores, como es el caso del fútbol llamado convencionalmente “El juego del hombre”.
Al explicar la evolución en la participación de las mujeres en las canchas de fútbol, se puede decir, con respecto al género como modelo sustancial de identidad y su conceptualización de temporalidad social, que “El género es instituido por actos internamente discontinuos, la apariencia de la sustancia es precisamente eso, una identidad constituida, un resultado performativo llevado a cabo que la audiencia social mundana, incluyendo los propios actores, ha venido a creer y actuar como creencia” Butler (1998) así el cimiento de la identidad de género es la repetición de los actos en el tiempo cosa que sucede ya con el fútbol femenil como una ruptura de la normalidad establecida que puede ser estudiada desde lo teatral, lo antropológico o como lo hace Butler desde los filosófico para quien la identidad de género es un resultado performativo.
