La conquista no se limitó al ámbito militar; la religión jugó un papel crucial en la consolidación del dominio español. Así, las autoridades coloniales promovieron la conversión de los pueblos indígenas al catolicismo, utilizando para ello diversos métodos, entre ellos la coacción y la violencia. Los autos de fe se inscriben dentro de esta estrategia, siendo un acto simbólico de la victoria del cristianismo sobre las antiguas creencias mayas.
Fray Diego de Landa Calderón fue uno de los primeros franciscanos en llegar a Yucatán en el año de 1549. Fue asignado al convento de Izamal. Su misión en Yucatán comenzó con la intención de evangelizar a los pueblos mayas y, a la vez, de preservar lo que él consideraba una cultura rica y compleja. Sin embargo, su enfoque a menudo resultó en la destrucción de elementos culturales indígenas. Su obra más conocida, “Relación de las cosas de Yucatán”, escrita en 1566, no solo es un relato de sus experiencias y observaciones, sino que también actúa como un testimonio del choque entre el mundo europeo y el maya.
Muy pronto destacó por su facilidad para aprender la lengua maya. En el año 1553 fue nombrado Guardián del convento de Izamal con la encomienda de ganar almas para el Papa en Roma; se distinguió por su celo en la conversión de los mayas, aunque recurrió a maltratos físicos y a una presión excesiva. En 1561, el primer Capítulo Provincial, en el que se eligió a fray Diego de Landa como primer Provincial de Yucatán y Guatemala, es decir, tenía el gobierno y superioridad sobre todas las casas y conventos, también podía actuar como juez inquisidor.
El convento de Maní fue el tercero en ser construido en la península, después del de Campeche y el de Mérida. Maní era relevante también por haber sido la capital del cacicazgo encabezado por Tutul Xiu. La dinastía Xiu es representativa de la transición que experimentaron los pueblos mayas en su contacto con otras culturas. A diferencia de otras ciudades-estado que resistieron la conquista y que fueron víctimas de guerras y conflictos internos, Maní bajo la dirección de Tutul Xiu mostró una tendencia hacia la conciliación con los nuevos poderes
Asimismo, es sede de una escuela de enseñanza religiosa, que ha rendido frutos muy tempranos en los niños y jóvenes mayas que han asimilado con rapidez la doctrina católica, instituida en la región de manera reciente. La dinastía maya yucateca que trasladó su capital de Uxmal a Maní en el siglo XIII. Los Xiu fueron el poder dominante en el oeste de Yucatán.
Siendo Landa provincial primero de la provincia yucateca, se descubre un «adoratorio» clandestino donde los mayas protegían sus creencias y su historia. Enterado Landa y apoyado por el alcalde mayor, toma por asalto el lugar, lo destruye e inicia juicio inquisitorio contra los indios. Tras el interrogatorio y la tortura, se realizó un gran Auto de Fe.
https://historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/317_01/317_01_04_11_DiegoLanda.pdf



