Categoría: Historia

Por: JORGE RAMIREZ LOPEZ / Fecha: octubre 23, 2025

Una lectura desde la historiografía, filosofía de la historia y reflexiones por el horizonte de lo cósmico.

Esta es una serie de tres artículos enfocados en el contexto socio histórico, el contenido filosófico y la herencia de un proyecto vasconcelista que ha sido represado y contenido en una serie de complicaciones que vamos a discutir sobre el humanismo vasconcelista. En la primera parte de esta serie de investigaciones vamos a mostrar no solamente el contexto socio histórico de finales de la década de 1910 y principios de 1920, digamos, como nacimiento de La raza cósmica en cuanto la circunstancia de José Vasconcelos (1882-1959); es decir, el tiempo y mundo de un Vasconcelos que publica por primera vez este texto en 1925. La segunda parte de estos trabajos se enfoca en las influencias filosóficas de José Vasconcelos, en la concepción de su raza cósmica como categoría estética, filosófica, política, histórica, ética, humanística e, incluso, geopolítica. Aquí tocaremos las bases de sus tres estadios que buscan el engranaje en la herencia de la filosofía clásica con Platón y, especialmente, la estética de Plotino: la materia filosófica de La raza cósmica tiene que ser explicada e interpretada para poder recuperar la herencia y sus aportaciones en el desarrollo y devenir del pensamiento iberoamericano. En consecuencia, la última parte de estos artículos se dirige no solo hacia la valoración de su raza cósmica (categoría), sino el estancamiento que tuvo el proyecto cósmico y humanístico de Vasconcelos: ¿por qué no terminó de desarrollarse la idea unitaria, estética, ética y política de una posibilidad más allá de una identidad del mundo hispanoamericano?

La metodología de estos artículos es, en definitiva, un enfoque transdisciplinario dada la complejidad de nuestro tema: La raza cósmica. Se trabaja desde un enfoque historiográfico y, simultáneamente, con categorías estrictamente filosóficas y antropológicas. Comencemos, por tanto, con nuestro método en esta primera parte de nuestro trabajo. Como bien se ha referido anteriormente, lo que pretendemos es introducirnos en la circunstancia y la totalidad de José Vasconcelos en cuanto a su texto de 1925. Es decir, para arrancar tendríamos que definir, primeramente, ¿qué es la circunstancia en la filosofía? ¿Cómo fue la circunstancia de Vasconcelos para escribir La raza cósmica? ¿Por qué está vinculada la circunstancia de Vasconcelos con la herencia en el desarrollo del pensamiento hispanoamericano? ¿Por qué hay un vínculo entre la realidad histórica de Vasconcelos y los próximos 100 años a partir de 1925 como fecha de publicación del texto vasconceliano? Es decir, como nos dice Rüsen: “la historia es siempre más que solo el pasado” (2006, 3). La historia tiene, por tanto, repercusiones en un pasado, presente y el futuro (tiempo histórico). Este propósito nos seguirá, pues, desde este arranque de nuestras investigaciones hasta la conclusión del último artículo.

En este sentido, la metodología cardinal converge con la historiografía en cuanto a la comprensión de la realidad de un pasado que contextualiza la literatura de Vasconcelos. Además, se busca comprender la conexión de la circunstancia vasconceliana con el tiempo histórico que se ha desarrollado a lo largo de este centenario. No es solo el pasado como un tiempo histórico anclado a finales de la década de 1910 y la década de 1920, sino que son sus propias implicaciones que hemos podido identificar en él después del mismo tiempo. Por ello, consideramos que las aportaciones Jörn Rüsen nos orienta en la hermenéutica del pasado con el ensamble de nuestras fuentes históricas: la interpretación de las mismas y la capacidad crítica nuestra de a dónde nos dirigimos con el humanismo vasconceliano en relación con la realidad de las dificultades políticas, éticas y estéticas que han surgido en nuestro presente. Los vínculos de un pasado, presente y las posibilidades que tenemos en un horizonte son los principales aspectos de una teoría historiográfica retomada desde la perspectiva ruseniana (Rüsen 2006). Además, es el propio tiempo histórico que encontramos en la circunstancia de Vasconcelos, es la que nos dirige hacia las contingencias de las transformaciones (dialécticas) y las rupturas históricas (Rüsen 2021).

Una vez establecido el enfoque teórico-metodológico de una historiografía y reflexión de la misma (filosofía de la historia), ¿cómo podemos relacionar el tiempo histórico y sus realidades con la propia circunstancia de José Vasconcelos? Ortega y Gasset, filósofo español, nos clarifica la idea de la circunstancia:

“La vida se encuentra siempre en ciertas circunstancias, en una disposición en torno -circum- de las cosas y demás personas. No se vive en un mundo vago, sino que el mundo vital es constitutivamente circunstancial, este mundo, aquí, ahora. Y circunstancia es algo determinado, cerrado, pero a la vez abierto y con holgura interior, con hueco o concavidad, donde moverse, donde decidirse” (2004, 142).

Nosotros vamos a recuperar la categoría de circunstancia para referirnos, desde la filosofía orteguiana, al entorno vital (social, política, cultural, etc.) de José Vasconcelos como ambientación histórica de La raza cósmica. ¿Qué sucedió en la realidad del pasado en el mundo y en la existencia de Vasconcelos para que pudiera desarrollar sus ideas en el propio texto? Como primer antecedente y base de la circunstancia de Vasconcelos identificamos su paso por Lima en el año 1916. Estamos hablando de un contexto histórico en el cual México estuvo bajo control de Carranza y la lucha del gobierno constitucionalista contra los frentes populares y revolucionarios de Francisco Villa y Emiliano Zapata. Vasconcelos se exilia en el Perú debido al control del carrancismo en el país. Su corta estancia fue suficiente para entrar en contacto con pensamientos políticos que fueron atractivos inmediatamente para el filósofo y educador mexicano. Los círculos intelectuales entran en la circunstancia vasconceliana y, especialmente, pensadores como Riva Agüero que planteaban un retorno nostálgico de la hispanidad como identidad de los pueblos de América; es decir, la herencia de hispánica es el principio fundamental en la propia existencia del Perú: las raíces de una España que trasciende los límites de la Península. ¿Esto es lo que rescata Vasconcelos? No del todo, pero, definitivamente, la amistad con Riva Agüero forma parte de una circunstancia marcada en el ámbito del pensamiento y de la experiencia. Nótese, por ejemplo, las invitaciones de Riva Agüero a Vasconcelos a exponer su pensamiento en la Universidad de San Marcos, en Lima (Gonzales, 2000).

Son, sin embargo, sus estancias y viajes por el Sur de América, en la década de 1920, lo que definirá de forma más clara la senda hacia el nacimiento de la raza cósmica. Brasil, en 1922, realizó los festejos en conmemoración del centenario de su independencia. José Vasconcelos había sido nombrado por el presidente Álvaro Obregón, en 1921, el dirigente máximo de la recién creada Secretaría de Educación Pública. Bajo las funciones como líder del sistema educativo mexicano, Vasconcelos es enviado hacia Brasil para cumplir con la visita diplomática y cultural. En este contexto, Vasconcelos aprovecha el compromiso de su encuentro con Brasil para realizar sus estancias oficiales en Chile, Argentina y Uruguay. Es decir, después de cumplir con sus responsabilidades en Brasil, José Vasconcelos y la delegación mexicana llegan a la ciudad de Montevideo con la recepción del catedrático argentino Alfredo Palacios. En esta estadía de cinco días, Vasconcelos logra vincularse intelectual y culturalmente con el mundo rioplatense a través de los intelectuales uruguayos. A pesar de que Vasconcelos no logró presentarse como conferencista y exponer de esta forma sus ideas filosóficas, fue con el presidente uruguayo, Baltasar Brum, que logró tener conversaciones sobre los dos sistemas educativos: el naciente mexicano y el uruguayo (Caetano Hargain, 2011).

Una vez concluida su visita meramente diplomática en el Uruguay, Vasconcelos se dirige de Montevideo a la ciudad de Buenos Aires. El filósofo y educador mexicano quedó fascinado con el mundo bonaerense. Tanto que es obligado subjetivamente a plantear sus propuestas filosóficas que, en definitiva, eran el borrador de su raza cósmica: “Iberoamericanismo quiere decir defensa de la universalidad y defensa del porvenir” (Vasconcelos, citado por Fell, 2020, 798). Vasconcelos retoma las conferencias para exponer no únicamente el proyecto del sistema educativo mexicano, sino sus ideas por el iberoamericanismo, principalmente, en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Córdoba. Ahí fue donde expuso sus reflexiones de la filosofía de la historia en la circunstancia no solamente de él mismo, sino de los pueblos americanos: rescatar la herencia hispánica y prehispánica como fundamentos civilizatorios de un horizonte iberoamericano que se tejía bajo la posibilidad humanística de su próxima raza cósmica como categoría filosófica.

Por otra parte, su estancia en Chile no fue tan grata como las experiencias de Brasil o Argentina. El ambiente político chileno no era del todo favorable a los diálogos diplomáticos y culturales: el conflicto y las querellas entre el presidente Arturo Alessandri y el Congreso no permitieron el desarrollo de la política interna y, por supuesto, exterior de Chile. Vasconcelos identifica esta atmósfera y lo expone en sus apreciaciones políticas en cuanto al aldeanismo de la política chilena. Es decir, los problemas internos muestran un nacionalismo chileno, según Vasconcelos, como dificultad innecesaria en el proyecto humanístico de la antesala sobre la raza cósmica. Sus ideas geopolíticas y filosóficas son tomadas de una forma negativa y no logra llegar al vínculo que pudo formar en Brasil, Perú, Uruguay y Argentina. El recorrido del mundo iberoamericano llegaba a su conclusión, pero suficiente para seguir la discusión con las dificultades, problemas o las antítesis con el mundo anglo.

José Vasconcelos continúa sus planteamientos filosóficos en la elaboración de La raza cósmica de 1925. Ahí es donde nos describe sus experiencias por el mundo diverso y plural del Sur de América, pero también, como hemos dicho, con las ideas contrarias a su raza cósmica: el aldeanismo/nacionalismo de cada país iberoamericano y el enemigo común de la anglosfera, a su propio juicio, como proyecto anti-hispánico. Además, las ideas filosóficas de La raza cósmica no sólo son desarrolladas, según nuestra hipótesis, por la experiencia sudamericana, sino por su fundamentación estrictamente filosófica: las implicaciones estéticas, éticas y de la propia filosofía de la historia. Tocará, pues, profundizar sobre este tema en la segunda parte de nuestro trabajo investigativo.

Referencias

Caetano Hargain, Gerardo. «José Vasconcelos y su paso por el Uruguay de los años veinte.» Secuencia, 2011: 109-130.

Crespo, Regina Aída. «Cultura e política: José Vasconcelos e Alfonso Reyes no Brasil (1922-1938).» Revista Brasileira de História, 2003: 187-208.

Fell, Claude. José Vasconcelos: los años del águila, 1920-1925: educación, cultura e iberoamericanismo en el México posrevolucionario . Ciudad de México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2020.

Gonzales, Osmar . «José Vasconcelos y los intelectuales peruanos. Cartas con José de la Riva Agüero.» Antropología, Boletín Oficial del INAH, 2000: 3-15.

Vasconcelos, José. La raza cósmica. Misión de la raza iberoamericana: Argentina y Brasil. Ciudad de México: Editorial Stylo , 1948.