Categoría: Filosofía

Por: DIANA PATRICIA CARMONA HERNANDEZ / Fecha: septiembre 1, 2025

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"Niño indio de tres años recuerda con precisión detalles de una vida pasada. El Dr. Stevenson documentó 2,500 casos similares, muchos con información verificable que desafían nuestra comprensión de la conciencia."

Cuando los recuerdos no parecen suyos

En un pequeño pueblo de la India, un niño de tres años llamado Shanti comenzó a hablar con seguridad sobre una vida que no era la suya. Decía haber vivido en otra ciudad, recordaba nombres de personas, la forma en que había muerto, e incluso cómo era su casa anterior. Su familia, al principio incrédula, comenzó a investigar.

Para su sorpresa, cada detalle correspondía a la vida de una mujer que había fallecido años atrás en condiciones trágicas. La historia llegó a oídos del Dr. Ian Stevenson, un psiquiatra de la Universidad de Virginia que dedicaría su vida a estudiar estos casos.

¿Qué dice la ciencia?

Entre 1960 y 2000, Stevenson documentó más de 2,500 casos de niños que aseguraban recordar vidas pasadas. Muchos de ellos daban información verificada, como nombres, fechas, causas de muerte y hasta rasgos de personalidad que coincidían con personas fallecidas sin ningún vínculo directo con el niño.

Una característica llamativa de estos casos era la aparición de marcas de nacimiento o defectos congénitos que coincidían con heridas o características del cuerpo de las personas recordadas (Stevenson 1997).

¿Imaginación infantil o fenómeno real?

Los escépticos argumentan que estos recuerdos pueden ser producto de una imaginación activa o de sugestión parental. Sin embargo, en muchos de los casos estudiados por Stevenson y su sucesor, el Dr. Jim Tucker, los niños vivían en lugares sin acceso a información sobre las personas fallecidas que decían haber sido. Además, los recuerdos aparecían espontáneamente antes de los cinco años y se desvanecían con el tiempo, como si fueran ecos de algo olvidado (Tucker 2013).

Uno de los casos más documentados fuera de la India fue el de James Leininger, un niño estadounidense que recordaba ser piloto en la Segunda Guerra Mundial. Describía con precisión aviones, portaaviones y compañeros de escuadrón. Su historia fue tan detallada que incluso los veteranos de guerra corroboraron su relato.

¿Qué significa todo esto?

Aunque la reencarnación no puede probarse de forma empírica como otros fenómenos científicos, los estudios realizados por Stevenson y Tucker abren una puerta a interrogantes filosóficas y neurológicas profundas: ¿Dónde se almacena la conciencia? ¿Puede sobrevivir a la muerte? ¿Somos algo más que materia?

Mientras la ciencia busca respuestas, las historias de estos niños siguen apareciendo, desafiando lo que creemos saber sobre la vida y la muerte.

Referencias

  • Stevenson, Ian. Reincarnation and Biology: A Contribution to the Etiology of Birthmarks and Birth Defects. Westport, CT: Praeger, 1997.
  • Tucker, Jim B. Return to Life: Extraordinary Cases of Children Who Remember Past Lives. New York: St. Martin’s Press, 2013.
  • Haraldsson, Erlendur. “Children’s Reports of Past-Life Memories: A Review.” Journal of Scientific Exploration 23, no. 4 (2009): 491–508.