Categoría: Historia

Por: DIANA PATRICIA CARMONA HERNANDEZ / Fecha: octubre 23, 2025

Un violinista se infiltra en pasillos de un hospital público y transforma salas grises en orquestas improvisadas. Entre lágrimas y risas, cambia la atmósfera de pacientes y médicos.

El pasillo olía a desinfectante, plástico y ansiedad. Las sillas metálicas de la sala de espera eran un campo de cuerpos cansados: una mujer con la cabeza apoyada en la pared, un niño con fiebre que no dejaba de llorar, y un hombre que apretaba en la mano una carpeta con estudios médicos. El tiempo ahí se medía en diagnósticos y en la espera interminable del turno.

Entonces, sin previo aviso, sonó un La menor. Una nota limpia y vibrante, que rompió la monotonía del aire. Todas las cabezas se giraron hacia la entrada: un hombre canoso, de chaqueta gastada, y un violín que parecía tener tantas cicatrices como él. Caminaba despacio, tocando una melodía suave, como si cada nota buscara encontrar el corazón de alguien.

El violinista no cobraba por tocar. Decía que, después de pasar por ese mismo hospital como paciente, entendió que el dolor y la incertidumbre necesitaban algo más que medicinas. Venía dos veces por semana, sin avisar, para recorrer pasillos y salas, y dejar que la música hiciera lo que ningún analgésico podía: aliviar el alma.

En el área de pediatría, los niños dejaban de llorar. Algunos movían los pies siguiendo el compás; otros, simplemente, sonreían. En oncología, los pacientes cerraban los ojos y respiraban más profundo. Incluso las enfermeras, acostumbradas a la prisa y el estrés, se detenían un instante para escuchar.

No había protocolo médico para explicar lo que pasaba, pero todos sabían que la atmósfera cambiaba. El hospital dejaba de ser un lugar frío para volverse, por unos minutos, un refugio. El violinista se iba tan silencioso como llegaba, dejando tras de sí un eco que flotaba en los pasillos mucho después de que la última nota se desvaneciera.

Tal vez no curaba cuerpos, pero devolvía algo igual de valioso: esperanza.

Bibliografía
Sacks, Oliver. Musicophilia: Tales of Music and the Brain. Nueva York: Alfred A. Knopf, 2007.
Hernández, Mariana. “La música como terapia en hospitales públicos de México.” Revista Salud y Sociedad 14, no. 2 (2024): 55-67.