Hay épocas del año en las que la velocidad del mundo parece detenerse un instante. La luz se vuelve más suave, la memoria despierta, y el corazón se abre al encuentro con los otros. La Navidad es, sin duda, uno de esos momentos privilegiados.

Desde El Humanista, deseamos a nuestros lectores una muy feliz Navidad. No solo una celebración marcada por los regalos o los adornos, sino por aquello que da verdadero sentido a la vida: la solidaridad, la empatía y la esperanza.

Ha sido un año de desafíos, pero también de aprendizajes. Hemos visto cómo, en medio de la incertidumbre, las personas se sostienen unas a otras, cómo la cultura y el pensamiento siguen siendo refugio y guía. En tiempos así, recordamos que ser humanos es, ante todo, compartir.

Que esta Navidad nos invite a renovar el espíritu, a tender la mano y a mirar con gratitud el presente. Que cada palabra, cada gesto, sea semilla de un mañana más justo y luminoso.

De parte de todo el equipo de El Humanista, gracias por acompañarnos, por leer, por pensar y por seguir creyendo en la fuerza del pensamiento libre y del diálogo.

Feliz Navidad y un próspero año nuevo.