El estilismo de moda es una disciplina dentro de la industria de la moda y la fotografía. Se encarga de conceptualizar y coordinar la imagen visual en editoriales, campañas publicitarias o desfiles. El desarrollo del estilismo de moda va en paralelo a la historia de la moda y los cambios culturales, adaptándose a nuevas tendencias.
El estilismo de moda tiene sus raíces en la alta costura, cuando diseñadores comenzaron a dar identidad visual a sus creaciones a través de la fotografía y la ilustración. Se consolida en el siglo XX con la evolución de la fotografía de moda, especialmente con la influencia de revistas como Vogue y Harper’s Bazaar. Fotógrafos como Richard Avedon e Irving Penn colaboraron con estilistas y directores de arte para crear imágenes icónicas que definieron la estética de cada época.
El “fashion stylist” construye una narrativa visual que transmite emociones, conceptos y valores. Su trabajo es indispensable en campañas publicitarias o editoriales porque ayuda a potenciar la identidad de una marca o diseñador. En la fotografía de moda, el estilismo guía la composición estética de la imagen, asegurando que cada detalle, desde la vestimenta hasta los accesorios, contribuya a un mensaje visual cohesivo.
En la actualidad, varios estilistas de moda han logrado reconocimiento mundial por su creatividad y contribuciones a la industria, Carine Roitfeld, ex editora en jefe de Vogue Paris, ha trabajado con fotógrafos de renombre; Katie Grand, fundadora de LOVE Magazine y estilista de marcas como Louis Vuitton y Marc Jacobs. En México, Kike Hernández puede ser un buen referente.
El stylist define la imagen de una marca, una celebridad o una producción fotográfica; su trabajo deriva en proyectar una identidad visual única y reconocible. En el caso de los artistas y figuras públicas, el estilista ayuda a consolidar una imagen que los diferencie, y refuerce su mensaje personal o profesional.
En fotografía de moda, editoriales y campañas publicitarias, el estilista colabora con el director creativo y el fotógrafo para desarrollar una historia visual a través del vestuario, los accesorios y la ambientación. Cada elección de ropa y color ayuda a transmitir emociones, conceptos y valores.
Los stylists trabajan con diseñadores y revistas, ayudando a definir y difundir tendencias, son los responsables de introducir combinaciones innovadoras de prendas y accesorios que luego se vuelven populares en la industria.
En la moda comercial y el branding, un buen estilismo es necesario para generar impacto visual, atrayendo a consumidores. Las grandes campañas de marcas de lujo o moda urbana dependen del estilista para lograr imágenes destacadas.
El stylist trabaja en conjunto con maquilladores, peluqueros, diseñadores o directores artísticos para garantizar la coherencia estilística de una producción, ya sea un desfile, un video musical, una película o una sesión de fotos.
Cada mercado y cliente tienen necesidades específicas. El estilista de moda debe saber adaptar las tendencias a distintos públicos, desde la alta costura hasta la moda comercial, pasando por eventos de alfombra roja y estilismo personal.
Para convertirse en un stylist de moda, es necesario tener vocación, además de desarrollar una combinación de conocimientos teóricos, habilidades creativas y experiencia práctica en la industria como Diseño de Moda, Comunicación y Mercadotecnia de Moda, Producción y Dirección de Moda, Diseño de Imagen y Consultoría de Estilo, Fotografía de Moda, Cursos y Especializaciones, Colorimetría y Teoría del Color, Maquillaje y Peinado. También debe generar redes de contacto, experiencia y desarrollo profesional, que se puede adquirir trabajando como asistente de estilismo en revistas, agencias o con estilistas profesionales, colaborando con fotógrafos para crear un portafolio de moda, generar contenido en redes sociales, compartiendo tendencias y looks, participar en pasarelas y eventos de moda, como Fashion Weeks, desarrollar estilo propio y aprender sobre marcas, diseñadores y tendencias.
Ser un stylist de moda depende de constante actualización, esfuerzo, desarrollo de visión creativa, observar tendencias y ganar experiencia en la industria.
Fuente
Griffiths, D. (2016). Manual del estilista de moda. Editorial GG.