Categoría: Cultural

Por: ARMANDO AZUARA PONCE / Fecha: septiembre 1, 2025

Niños indigenas mexicanos

¿Mejoraron las condiciones de vida de las comunidades indígenas una vez que Hispanoamérica se independizó de España?

La población indígena hispanoamericana ha subsistido después de más de 500 años de despojo, desplazamiento forzoso, exclusión y discriminación. La pobreza ha sido una característica que ha acompañado a la inmensa mayoría de los pueblos indígenas desde que se instalaron los primeros gobiernos de ultra mar en territorio americano hasta nuestros días. Los Estados Nacionales de la región latinoamericana tienen su origen en la fractura coyuntural que significaron los movimientos independentistas de inicios del siglo XIX. Estos movimientos emancipadores se caracterizaron por ser procesos históricos convulsos y violentos lidereados, principalmente, por los sectores criollos acomodados de los otrora virreinatos españoles que ya no se sentían representados por el modelo casi medieval y absolutista que pretendía continuar imponiendo el rey Fernando VII al regresar del cautiverio impuesto por Napoleón Bonaparte.

Las ideas liberales que fluían al interior de las potencias y rivales europeas a finales del siglo XVIII penetraron hondamente en los sectores criollos de los territorios españoles americanos, que bajo las nuevas reglas del naciente capitalismo buscaron abandonar el modelo español por no ser conveniente a sus intereses económicos. Pero, ¿Cuál fue el papel que jugaron los sectores indígenas desde el génesis de las nuevas naciones latinoamericanas?, ¿realmente mejoraron las condiciones de vida de las comunidades indígenas una vez que Latinoamérica se independizó políticamente de Europa? Si hacemos un ejercicio de análisis de cualquier comunidad indígena latinoamericana, encontraremos respuestas a ambas preguntas de manera inmediata; si bien es evidente que las naciones de nuestra región no son las mismas que hace 200 años, y que en algunos aspectos se ha mejorado sustancialmente el estado de derecho que se debe garantizar a la ciudadanía, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el sector menos atendido e incluso ignorado es el indígena.

Familia indigena mexicana

Las poblaciones indígenas, junto con los sectores afrodescendientes, que constituyen un alto porcentaje de la población latinoamericana, continúan siendo los grupos más excluidos en la atención de los Estados. El racismo, por ejemplo, ha prevalecido desde la época colonial hasta nuestro tiempo como la raíz de los fenómenos de exclusión y empobrecimiento que envuelven a las comunidades indígenas. Durante más de 200 años, los gobiernos latinoamericanos han sido incapaces de crear estrategias y modelos de gobierno que busquen entender la cosmovisión del indígena y crear condiciones de desarrollo que garanticen la subsistencia de estos sectores de la sociedad. El modelo económico neoliberal que ha prevalecido en los últimos 50 años ha provocado la migración de la población joven de las comunidades indígenas hacia las zonas urbanas, lo cual ha provocado la pérdida de lenguas, tradiciones y lazos familiares.

Una de las cuestiones que mayormente afectan a las comunidades indígenas es la reducción de sus territorios debido a las actividades económicas que requieren de áreas con recursos naturales para su explotación: la tala descontrolada de bosques, la explotación excesiva de cuerpos de agua, la construcción de represas que inundan superficies agrícolas y la deforestación para utilizar los suelos en la industria de la ganadería son claros ejemplos de actividades productivas que desplazan a la población nativa indígena a las ciudades u otras comunidades, despojando a estas de su modo de vida y las condiciones en las cuales se desarrollaban.

El indigenismo, como movimiento que busca entender la realidad de las comunidades nativas, se ha erigido desde mediados del siglo pasado como una importante corriente que busca acercar al Estado con las comunidades indígenas, principalmente a través de la educación. Sin embargo, este proyecto civilizatorio está sustentado en la necesidad de igualar, homogeneizar e incorporar a los grupos étnico-raciales sin considerar sus particularidades e identidades propias (Bello y Rangel, 2000).

En conclusión, los modernos Estados Nacionales Hispanoamericanos han sido históricamente incapaces de llevar a las comunidades indígenas a condiciones de justicia, equidad e igualdad, por el simple y sencillo hecho de que en pocos Estados existe una representación real de estas poblaciones históricamente vulnerables. Los pueblos indígenas no solamente han sido despojados y desplazados de sus territorios originales, sino que también carecen de oportunidades, discriminación y desatención por parte del Estado. Sin embargo, es en el multiculturalismo que radica en las etnias indígenas y el sincretismo con la nación española lo que ha inyectado en las sociedades latinoamericanas su propia y característica riqueza social y cultural.

Referencias.

Bello, A., & Rangel , M. (7 de Agosto de 2000). Etnicidad, “raza” y equidad en América Latina y el Caribe. CEPAL.