El nacimiento de las naciones americanas de principios del siglo XIX tiene su origen en la fusión de dos grandes y complejos conglomerados poblacionales, sociales y culturales: la novel nación española de los reyes católicos Isabel y Fernando por un lado, y la América prehispánica por el otro. Ambos territorios, que entran en contacto por causa del primer viaje de Cristóbal Colón, tuvieron a su vez una génesis producto de largos procesos históricos.
Cabe mencionar que antes del contacto con los europeos no había en América nada parecido a una nación; en el nuevo continente vivía un conjunto heterogéneo de sociedades, tribus, grupos étnicos alejados entre sí por distancias inmensas, separados por siglos de cultura e incomunicados por centenares de lenguas y dialectos. Asimismo, a finales del siglo XV, la caída de Granada consuma la soberanía territorial española y extermina el poder político de los moros. La expulsión de los árabes y el descubrimiento de América fueron los dos grandes acontecimientos de la España que se aproxima al 1500 (INCAA, 2008).
Los virreinatos en los territorios de la América española suministraron una enorme cantidad de recursos económicos al imperio español; sin embargo, la Corona fue incapaz de emplear esos recursos en el desarrollo de sus territorios, utilizando el oro y plata americano en importar materias primas, granos y tecnología de Italia, Alemania, Francia e Inglaterra. En resumen, la España de finales del siglo XV subsistía como dependiente de sus reinos americanos.
La corona y la burguesía española se resistieron a ejercer los cambios sociopolíticos que la mayoría de las naciones europeas experimentaron a partir de la Ilustración, quedando estancado el Imperio Español como un estado de características medievales. El modelo español de gobierno, fundamentado en una monarquía absolutista y las Reformas Borbónicas de finales del siglo XVIII generaron las condiciones de inconformidad criolla de las colonias americanas, contexto en el que se iniciaron los violentos procesos independentistas en la primera década del siglo XIX.
Las guerras independentistas de los otrora virreinatos americanos no fueron conflictos bélicos entre americanos y españoles, sino enfrentamientos entre los nacidos en América agrupados en dos bandos, los que aún eran afines a la Corona y los independentistas que pretendían un cambio de paradigma.
Los principales proyectos independentistas globales fueron los encabezados por Simón Bolívar y José de San Martín, ambos eran proyectos de integración de una enorme nación que aglutinaría a las otrora colonias españolas. Sin embargo, al tratarse de un enorme territorio con condiciones de desigualdad e intereses económicos diversos, fue imposible la integración de una sola nación, implantándose el génesis de las naciones latinoamericanas independientes que transitaron cada una de ellas por complejos procesos de formación, que consistieron en guerras civiles e inestabilidad social durante prácticamente todo el siglo XIX.
La inestabilidad por la que transitaron las noveles naciones latinoamericanas al inicio de su independencia fue consecuencia de la implantación de modelos liberales europeos que no se adaptaban a la formación sociocultural impuesta por el modelo español en los territorios coloniales.
Referencias.
INCAA-INSTRUMEDIA. (2008). Historia de la nación Latinoamericana. Capítulo 1 El continente de los leones calvos. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=QX3e6BRfSRk.
INCAA-INSTRUMEDIA. (2008). Historia de la nación Latinoamericana. Capítulo 2 El paso de vencedores. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=xkvXDk9N_uY.
