Chalino

El corrido mexicano surge como un medio de información y transmisión de algunos estereotipos y prejuicios. Los compositores y cantantes, juglares de la época, traen y llevan noticias de hazañas de héroes populares; dentro de estas puede contener también ideologías y consejos por parte de quien escribe el corrido.

Este tipo de composición nació a principios del siglo XIX durante la época de la independencia y ganó mucha popularidad durante la Revolución Mexicana (1910-1920), porque relataba las aventuras de los revolucionarios y sus líderes.  En un país con un alto porcentaje de analfabetismo las noticias circulaban a través de estos trovadores que tocaban piezas musicales y lograban contarle a la gente qué ocurría en las batallas, así como las acciones que realizaban los caudillos más valientes a los cuales se enaltecía mediante la composición.

Era el 23 de junio

Hablo con los más presentes

Fue tomado Zacatecas

Por las tropas insurgentes

Ya tenían algunos días

Que se estaban agarrando

Cuando llego, Pancho Villa

A ver qué estaba pasando

Las órdenes que dio Villa

A todos en formación

Para empezar el combate

Al disparo de un cañón

¡Qué viva mi general, Francisco Villa!

 

Extracto de la toma de Zacatecas

En el siglo XX, emana un subgénero del corrido por la expansión del narcotráfico en la frontera. Surge el narcocorrido, este relata las historias de narcotraficantes que van desde el cruce de mercancías por la frontera, traiciones entre narcotraficantes, así como ajuste de cuentas.

Ya después de muerto, ya después de muerto
Ya después de muerto no todo es igual
Una tumba fría es la que te espera
Se acabó todito, te llegó el final

Aquellos amigos que decían muy serios
Aquí está mi mano, esta es mi amistad
Todo es puro cuento, ni una cosa es cierto
Pura hipocresía, pura falsedad

Aquellas mujeres que decían llorando
Eres tú mi vida, eres tú mi amor
Le tapan el ojo un ratito al macho
Y luego el que sigue, se acabó el dolor.

“Ya después de muerto” de Chalino Sánchez, nos transmite un mensaje moral para cuidar o prevenir ciertas conductas que nos pueden perjudicar. A pesar de enaltecer el oficio del narcotráfico, los corridos de esta época también buscan llevar un mensaje moral a través de sus letras.