¿Alguna vez te has preguntado cómo se elige al Papa, el líder de más de 1,300 millones de católicos en todo el mundo? Aunque parece un misterio, la elección papal es un proceso milenario lleno de símbolos, tradiciones y secretos. Aquí te contamos todo lo que sucede detrás de las puertas cerradas del Vaticano.

Se llama cónclave al proceso para elegir a un nuevo Papa en la Iglesia católica. Este término proviene del latín cum clave, que significa “bajo llave”, ya que los cardenales se someten a un aislamiento estricto durante la votación en la Capilla Sixtina, lo que garantiza que la elección se realice de manera secreta. Este proceso tiene lugar después de 15 o 20 días del fallecimiento del Papa anterior. En caso de renuncia, como sucedió con Benedicto XVI en 2013, se declara inmediatamente la sede vacante y se convoca al cónclave para elegir a su sucesor.

Primero: Muere o Renuncia el Papa

Cuando un Papa fallece o decide renunciar (como ocurrió con Benedicto XVI en 2013 o con el fallecimiento de Juan Pablo II, el 2 de abril de 2005), comienza lo que se llama Sede Vacante. En ese momento, el trono de San Pedro queda vacío y nadie puede tomar decisiones importantes hasta que haya un nuevo sucesor.

El encargado de confirmar oficialmente la muerte es el Camarlengo, un cardenal que tiene una tarea muy curiosa: golpea tres veces la frente del Papa con un pequeño martillo de plata, llamándolo por su nombre de nacimiento. Si no hay respuesta, se declara su fallecimiento.

Los Cardenales Llegan a Roma

Después de este anuncio, los cardenales menores de 80 años (alrededor de 120) son convocados al Vaticano. Tienen entre 15 y 20 días para llegar desde todos los rincones del planeta. Solo ellos tienen derecho a votar.

Durante esos días, también se reúnen para hablar sobre los retos de la Iglesia y reflexionar sobre qué tipo de Papa necesita el mundo: ¿un reformador? ¿Un hombre cercano al pueblo? ¿Alguien de África, América o Europa?

Comienza el Cónclave: ¡Secreto Total!

La palabra cónclave significa literalmente “con llave”, porque, cuando empieza, los cardenales son encerrados sin contacto con el mundo exterior. Se hospedan en la Casa Santa Marta y votan en la icónica Capilla Sixtina, bajo los frescos de Miguel Ángel.

Allí, antes de la primera votación, todos hacen un juramento de secreto absoluto. Cualquier filtración podría costarles la excomunión. Además, se instalan sistemas especiales para bloquear micrófonos, celulares o cámaras escondidas. ¡Nada puede salir de ahí!

La Votación: Una Tradición Centenaria

Cada día pueden realizar hasta cuatro votaciones (dos por la mañana y dos por la tarde). El proceso es solemne:

• Cada cardenal escribe en secreto el nombre de su candidato en un papel.
• Al entregar su voto, levanta la papeleta y dice en latín: “Pongo por testigo a Cristo, que me juzgará…”
• Los votos se cuentan en tres etapas para asegurarse de que todo esté correcto.

Después, se queman en una estufa especial dentro de la Capilla Sixtina. Aquí viene la señal que todos esperan:

• Si el humo que sale es negro, significa que no se logró elegir un Papa.
• Si el humo es blanco, ¡significa que ya tenemos un nuevo Papa!

Dato curioso: usan químicos especiales para lograr los diferentes colores del humo.

¿Cuántos Votos Necesita un Papa?

Para ser elegido, un cardenal debe obtener al menos dos tercios de los votos (por ejemplo, 77 votos si hay 115 electores). Esto asegura que el nuevo Papa tenga un apoyo fuerte y no cause divisiones.

Si pasan muchos días (hasta 34 votaciones) sin acuerdo, los cardenales pueden decidir elegir por mayoría simple (mitad más uno).

La Gran Pregunta: ¿Aceptas Ser el Papa?

Cuando por fin alguien consigue los votos necesarios, el decano de los cardenales le hace la pregunta crucial:

“¿Aceptas tu elección como Sumo Pontífice?”

Si responde “Acepto”, en ese instante se convierte en Papa. Luego, el nuevo Papa elige su nombre papal. Por ejemplo, Jorge Mario Bergoglio eligió llamarse Francisco en honor a San Francisco de Asís.

Después, lo llevan a un lugar llamado la Sala de las Lágrimas, nombrada así porque muchos Papas lloran allí al darse cuenta de la enorme responsabilidad que acaban de aceptar. Allí se cambia y se viste por primera vez con la sotana blanca papal.

El Momento Mágico: “¡Habemus Papam!”

Finalmente, el Cardenal Protodiácono sale al balcón de la Basílica de San Pedro y pronuncia la frase histórica:

“Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam!”
(“¡Os anuncio una gran alegría: ¡Tenemos Papa!”)

Pocos minutos después, el nuevo Papa aparece ante la multitud que espera en la Plaza de San Pedro y da su primera bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo).

Sabías que…(Curiosidades):

• Juan Pablo II fue Papa durante 26 años y casi 6 meses, desde el 16 de octubre de 1978 hasta el 2 de abril de 2005.
• El humo blanco es una mezcla de paja húmeda y químicos especiales.
• La elección es tan secreta que está prohibido incluso contar anécdotas después del cónclave.
• Las vestiduras blancas del nuevo Papa vienen en tres tallas (pequeña, mediana y grande) porque nadie sabe quién será elegido ni qué talla usará.
• La famosa “Sala de las Lágrimas” recibe ese nombre porque muchos Papas han llorado allí al sentir el peso de la responsabilidad.
• El nuevo Papa recibe también los zapatos rojos, que simbolizan la sangre de los mártires y su camino como sucesor de San Pedro.
• Antes de salir al balcón, el Papa saluda primero a los cardenales en privado desde un balcón interior.
• Cada Papa recibe un Anillo del Pescador único, que es destruido al final de su pontificado para marcar el fin de su autoridad.
• En las primeras votaciones suelen aparecer votos “de cortesía” para cardenales que no son candidatos reales, como muestra de respeto.
• Solo en tiempos actuales, gracias a la televisión y redes sociales, el humo blanco y el anuncio “Habemus Papam” se transmiten en vivo al mundo entero.

Ahora ya sabes: detrás de cada “Habemus Papam” hay siglos de tradición, votaciones intensas y un mundo entero esperando ver quién será el próximo guía del catolicismo.

¿Quién será el siguiente en vestir de blanco? Solo los cardenales lo saben… y el humo lo revelará el próximo 7 de mayo del 2025.